En
fechas recientes se vivió una de las peores contaminaciones del aire, tal fue
el grado que el Gobierno de la Ciudad de México no dudo en decretar el estado
de contingencia ambiental, después de más de 13 años sin tener un riesgo como éste,
el nivel de ozono rebasó los 203 puntos del Índice Metropolitano de la Calidad
del Aire (Imeca). Los capitalinos nos enfrentamos a un cielo gris, con bruma
que se escondía en los edificios cercanos, se presentó irritación en los ojos,
estornudos frecuentes y ardor al respirar en personas sensibles.
Como
era de esperarse, se implementaron medidas más estrictas para mejorar la
calidad del aire, las cuales iban desde la prohibición del uso de automóviles
particulares así como la disminución de los contaminantes en industrias y
actividades deportivas al aire libre.
Sin
embargo, cosa incongruente, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Dr
Miguel Ángel Mancera, solicito que el transporte público de la Ciudad fuera
gratuito, la mayoría tal vez dijo qué consideración para los capitalinos ha
tenido el Jefe de Gobierno. Sin embargo, para otros, esto fue una farsa más en
virtud de lo siguiente, lamentablemente somos una de las ciudades con más
problemas de urbanidad, la calidad de la mayoría de nuestro transporte público NO
es propiamente ecológica al 100%, por lo menos en la mayoría de sus modalidades;
esto lo debería saber y manejar muy bien el Secretario de Movilidad, Héctor
Serrano Cortes.
Si
su labor era convencer a la Ciudadanía del interés que tiene el Gobierno de la
Ciudad de México en una Ciudad sustentable y ecológica, por qué no ha invertido en el transporte público que si tiene el 100%
de ser ecológico, el único transporte
eléctrico que tiene la Ciudad y está en Servicio de Transportes Eléctricos de
la Ciudad de México, ¿por qué sigue castigando al único transporte que no
vende bonos de carbono (Metrobús)? “El mercado de bonos del carbono consiste en
dar permiso de contaminar con un precio establecido en el mercado, es decir que
aquellas empresas que emiten bajas emisiones de carbono, venden certificados
para que otras empresas si lo hagan”. En todo caso hay un negocio redondo que
beneficia a alguien en el gobierno y a los empresarios del Metrobús, quienes
sacan jugosas ganancias hasta de la contaminación.
El
transporte de trolebuses, tren ligero mexicano y muy recientemente de taxis
ecológicos apoyarían y mejorarían el urbanismo transitable en la Ciudad de
México. Esta modalidad de transporte verde, reduce la congestión y nuestra
dependencia de los coches y el petróleo; es más segura y menos costosa, al
final ayudan a salvar nuestro planeta y en nuestro caso a disminuir aún más los
niveles Imeca.
¿Por
qué el Jefe de Gobierno no quiere ver este beneficio?, en el mundo las formas
más verdes y sostenibles de transporte son los trenes ligeros, los trolebuses y
los tranvías. Algunos de los mejores y más rápidos trenes del mundo han estado
en operación por más de 25 años en Europa, y más de 40 años en Japón. Estos
sistemas de transporte ecológico incluyen trenes de alta velocidad futuristas
como el Eurostar, el tren de alta velocidad francés, el tren bala japonés que
opera que eficiencia y calidad. Todos éstos son la más poderosa opción de
transporte único que puede resolver la movilidad de una ciudad de forma seria,
energética, ambiental, económica, la salud y los problemas sociales en una
escala global, México podría seguir ese ejemplo si el Gobierno no viera negocio
en todo lo que toca, políticamente hablando.
La imagen es cortesía de Acervo Mexiquense
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